Jardineros, Princesas y Puerco Espines. Construyendo Metáforas

Autores/as

  • Eveline González Universidad La Salle Pachuca

DOI:

https://doi.org/10.37646/huella.vi10.356

Palabras clave:

Metáfora en el ámbito educativo, Metáfora en el ámbito terapéutico, Psicoterapia

Resumen

Las metáforas fueron hechas para ser contadas, forman parte de la tradición de todos los pueblos, de la vida misma. Todo puede ser una metáfora. Quizá es esta caracterí­stica la que precisamente le permitió convertirse en parte esencial de la Psicoterapia.  En el año 2002 Consuelo Casula, Psicoterapeuta Italiana con especialidad en hipnosis, maestra de la Scuola Europea di Ipnosi e Psicoterapia, publicó en italiano, Jardineros, princesas y puerco espines, un libro cuya intensión principal es realizar un tratado sobre la metáfora en el ámbito educativo y terapéutico. Con estilo sutil pero al mismo tiempo, concerteza extraordinaria, la autora logra transmitirla importancia en el uso de este elemento.  Deja claro desde el inicio que para ella, la metáfora debe ser oral y es ante esta postura, que casi podrí­amos encontrar entre lí­neas una disculpa por escribirlas. Sin embargo, debo aceptar que logra captar en su mayorí­a, la energí­a que corrí­a el riesgo de perderse en la metamorfosis de la voz al papel.  Este libro podrí­a convertirse en un compañero paciente de aquellos que se introducen al mundo de la psicologí­a y un cimiento para los que ya han comenzado a recorrer ese camino.  La psicoterapia es un proceso profundamente metafórico. La tarea se basa en hacer visible loque hasta ahora, esta aparentemente invisible, y acompañar respetuosamente en el proceso de encontrarle forma. Consuelo describe a la perfección en este libro, como hacerlo. La Dra. Casula pide entrar de puntitas, escucharla música detrás de cada palabra. Yo dirí­aque escuchar una metáfora bien construida, no solo implica escuchar la música detrás de ella, sino las memorias antiguas que se despiertan en nosotros al momento de escuchar y leer la magia de lo ambiguo. De un sí­mbolo no explicado, perfectamente intencionado y porlo tanto direccionado, que al mismo tiempo logra respetar una de las máximas no escritas en el proceso psicoterapéutico: la libertad del otro y el respeto a sus construcciones.  En las metáforas no hay bien ni mal, no son fabulas, no son advertencias, aunque podrí­an serlo, pero no lo son.  La metáforas pueden definirse como la descripción real de lo que algo es aun sin conocerlo, desencadenando procesos creativos tanto en quien la construye o transmite y quien la escucha o lee. Ese precisamente, es el mensaje que Casula deja claro durante los seis capí­tulos de Jardineros, princesas y puerco espines.

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Citas

Casula, C. (2006) Jardineros, princesas y puerco espines. Construyendo metáforas. México: Alom Editores.

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Publicado

31-12-2016

Cómo citar

González, E. (2016). Jardineros, Princesas y Puerco Espines. Construyendo Metáforas. Huella De La Palabra, (10), 97–102. https://doi.org/10.37646/huella.vi10.356

Número

Sección

Recensiones