Editorial

Authors

  • Alfonso Macedo Rodrí­guez

Abstract

EDITORIAL

 

Ser un puente entre el texto literario y los lectores es una de las funciones más importantes de la crí­tica. Un crí­tico es un lector especializado que se acerca al texto artí­stico para intentar darle un sentido, ya que, en ese texto, su creador ha ofrecido una visión del mundo (en la novela, el ensayo, la poesí­a, el cuento o el teatro). Sin embargo, la obra artí­stica, una vez entregada a la imprenta y aparecida en las librerí­as, es una obra considerada como terminada por el autor, iniciándose, así­, la apropiación del lector. La obra se convierte en una obra de todos los que la leen y comprenden. Sin embargo, la lectura puede desviarse y el receptor puede caer en una sobre interpretación, dándole al texto un sentido que éste no sugiere en ningún momento.

 

La obra literaria posee un lenguaje que no siempre es sencillo descifrar. Toda obra de arte revolucionaria -en el sentido estético- abre nuevos caminos ahí­ donde nadie habí­a visto que se podí­a avanzar. Generalmente, en el momento de su aparición, esa obra de arte que permite la evolución literaria no es comprendida; en muchas ocasiones, son los lectores especializados, los crí­ticos, los que reconocen el valor artí­stico de una obra; también en muchas ocasiones ellos se equivocan, por supuesto, y su visión es igual de chata que el resto de los lectores. Por eso, suenan más que pertinentes las palabras del escritor argentino Ricardo Piglia cuando afirma, al hablar de la literatura de vanguardia: ”lo fundamental para un escritor es que el público y la crí­tica sean de vanguardia”[1].

 

El presente número de Xihmai, dedicado en su totalidad a la investigación y la crí­tica literarias, ofrece nuevas lecturas de algunas obras fundamentales de la literatura clásica, como Prometeo encadenado de Esquilo, o de la literatura medieval: el Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, siempre polémico y ambiguo, capaz de seguir produciendo nuevos asedios debido a su condición inagotable de obra de arte.

 

Al lado del análisis a un texto clásico de la literatura griega y de un texto emblemático de la Edad Media española, este número ofrece un nuevo acercamiento a la obra del poeta Efrén Rebolledo y una mirada atenta a la relación epistolar de dos de los grandes escritores de la Generación del Ateneo mexicano: Alfonso Reyes y Martí­n Luis Guzmán. Finalmente, el volumen se cierra con el estudio a la obra de dos escritores argentinos contemporáneos, de gran importancia en las letras actuales: Luisa Valenzuela y Ricardo Piglia.

 

Los seis artí­culos de este volumen abordan y asedian textos que pertenecen a distintas culturas, épocas, áreas geográficas y, también, distintos géneros literarios -epistolario, poesí­a, novela, cuento, tragedia y una obra que se resiste a toda clasificación carcelaria: el Libro de Buen Amor. El resultado es, por supuesto, una visión múltiple del ejercicio literario y de los múltiples caminos que posee la crí­tica para abordar los textos literarios y para abrir un panorama más amplio a los lectores.

 

Desde la mirada del filósofo, y en combinación con la investigación literaria, Fermí­n Zumano aborda la gran tragedia de Esquilo, Prometeo encadenado, para analizar la transición del pensamiento religioso primitivo (el temor a los dioses en la época homérica) a un cuestionamiento de las leyes divinas. Según Zumano, la obra de Esquilo, que cuestiona la autoridad y la justicia de Zeus, va más allá de la lectura clásica que tenemos a propósito del castigo al benefactor de la humanidad: se trata, también, de la reacción del ser humano ante el abandono de sus antiguos dioses. En este artí­culo, el autor comienza ubicando el mythos como origen del pensamiento primitivo hasta llegar al logos, donde se funda la filosofí­a. En esta transición, la literatura dramática, particularmente la del primer poeta trágico, revela el pensamiento del siglo V a. C.: ante el intento de los dioses de perdurar, al ser humano no le queda otro camino que liberarse de la injusticia divina. ”Zeus no es, no puede ser, el salvador de los hombres, de ahí­ que el sacrificio de Prometeo signifique negar a Zeus la fuerza de la redención”, sostiene Zumano.

 

En su artí­culo ”Doña Endrina en una genealogí­a de dudoso linaje”, José Carlos Vilchis Fraustro analiza algunas caracterí­sticas que poseí­an las clases sociales en la España medieval del siglo XIV; su objetivo es comprender algunos pasajes del Libro de Buen Amor en el contexto de las relaciones amorosas clandestinas, tomando en cuenta que, al parecer, doña Endrina pertenece a la clase alta y el Arcipreste forma parte del orden más bajo en la jerarquí­a sacerdotal. Identificando plenamente la intención seductora del protagonista, Vilchis observa que la diferencia de clases entre el Arcipreste y doña Endrina no le impide a aquél intentar el acercamiento sexual; además, se menciona el estado de viudez del personaje femenino y su vida solitaria y célibe. Estos detalles, que forman parte del modelo de la mujer virtuosa en la Edad Media, hacen que doña Endrina sea más atractiva para el personaje masculino. Otro elemento clave en esta investigación se encuentra en la comparación de este pasaje con el Pamphilus, donde se relata un encuentro amoroso semejante al que estudia el autor.

 

”La llama y el hielo: los mitos decadentistas en la obra de Efrén Rebolledo”, es el tí­tulo del artí­culo de Diego José, cuya mirada, que es ante todo la del poeta, explora los temas malditos en los versos y la prosa del escritor decadentista hidalguense. En el análisis de la obra de Rebolledo, el autor se detiene en los motivos clásicos de la poesí­a decadentista: la mujer vampiro, la femme fatale y el poeta rebelde, en cuyo trasfondo alcanza a vislumbrarse a Baudelaire.  Calificada por el autor de este artí­culo como ”sofisticada y elegante, exótica y sensualista”, la obra de Rebolledo recupera algunos mitos urbanos transgresores de la sociedad conservadora para producir una reflexión social y para dialogar con otras obras de su tiempo, también marcadas por la censura y la incomprensión. Las representaciones humanas de lo maldito que explora el autor sobre la obra de Rebolledo son, en suma, parte de la provocación a la sociedad que éste asume, al mismo tiempo que se coloca dentro de la tradición de la poesí­a de vanguardia en Europa y México.

 

Isabel Lincoln Strange contribuye en este número con el artí­culo ”Entre la creación y la crí­tica literaria. Letras de Alfonso Reyes y Martí­n Luis Guzmán”. En sus páginas, puede apreciarse la unión afortunada entre crí­tica y teorí­a literarias con la correspondencia personal que Reyes mantuvo con el autor de La sombra del caudillo. En las cartas que Reyes le dirige a su compañero de generación, y a diferencia de otros epistolarios donde se limita a enviar saludos, libros y felicitaciones, construye teorí­a y crí­tica al reflexionar sobre los problemas literarios; así­, Lincoln encuentra que, en cierto sentido, algunas de esas cartas son un anticipo de sus ideas estéticas que aparecerán en libros como El deslinde o La experiencia literaria. En su lectura del epistolario con Guzmán, demuestra por qué Reyes es un escritor cosmopolita que se alejó del realismo nacionalista revolucionario y cómo sus estudios de la cultura griega, la literatura española y sus cuentos fantásticos lo muestran como un autor preocupado por una estética menos regionalista y más abierta al mundo. Guzmán, por lo contrario, se encontraba en la búsqueda de una literatura realista, en el contexto de los grandes temas de la narrativa de la Revolución; otro aspecto que separa a los dos escritores es su posición polí­tica pero, como lo demuestra Lincoln, el diálogo que establecieron a la distancia se centraba, ante todo, en asuntos literarios debido a la posición polí­tica de cada uno y a la reserva que tení­an sobre asuntos personales. Asimismo, el acercamiento de Lincoln revela parte del proceso creativo de ambos autores.

 

Por su parte, Bisherú Bernal Medel, gran lectora de la escritora argentina Luisa Valenzuela (1938), analiza el cuento ”Ceremonias de rechazo” desde una perspectiva feminista y social: la protagonista, Amanda, está sometida a un hombre ”siniestro” que la violenta. A lo largo de las lí­neas del relato, Bernal Medel muestra la transición psicológica de Amanda: de ser un personaje pasivo, dedicado a los inesperados regresos de su pareja El Coyote, un activista polí­tico clandestino con tendencias patriarcales y agresivas, se convierte en una mujer liberada, cuyos rituales le permiten salir de esa vida de dominación social.

 

Sin embargo, más allá de esta breve trama de independencia personal, la crí­tica señala el lado alegórico de este cuento, ya que fue escrito en la época de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) y refleja, de modo muy sutil, el grado de censura y persecución que existió en esos años contra los opositores al régimen. Para Bisherú Bernal, la protagonista no sólo es ví­ctima de un gobierno asesino que censura toda actividad cultural y democrática, sino también de un activista polí­tico opuesto al Estado; en su condición de mujer, Amanda está doblemente cercada, obligada al silencio y la obediencia. Por eso, esas ceremonias de rechazo consisten no sólo en liberarse del hombre que la controla, sino también del sistema polí­tico opresivo de aquellos años y, también, de las convenciones sociales que marcan la educación de los pueblos tercermundistas en el contexto del capitalismo; por eso, sostiene Bernal,

 

La forma en que Amanda se pinta busca subvertir el modo convencional en que se maquilla una mujer en muchas de las culturas occidentales. En todo caso, está más cercana a un ritual en el que su cara pintada de forma peculiar, simboliza la preparación para la guerra de la protagonista en contra del recuerdo del Coyote. Esta peculiar máscara, armada con maquillaje, confronta a la sociedad patriarcal, que muchas veces impone la utilización de pintura en el rostro femenino.

 

Por último, Alfonso Macedo Rodrí­guez analiza la novela Blanco nocturno (2010) de Ricardo Piglia (1941) en el contexto del género policial argentino. Macedo hace una lectura intertextual que parte de la ubicación de Blanco nocturno en la tradición del género rioplatense y de la novela negra para desembocar en la propuesta moral del escritor argentino: la ”ficción paranoica”, que representa los modos en que los ciudadanos están controlados por el Estado y donde las decisiones morales siempre se orientan hacia los aspectos económicos, alejándose de toda elección humanista, en el contexto del orden capitalista mundial.

 

El volumen cierra con tres reseñas: la primera, de Lucí­a Melgar, está dedicada a la investigación de Bisherú Bernal Medel, colaboradora de este número, sobre las escritoras Luisa Valenzuela y Gioconda Belli; la segunda es autorí­a de Isabel Lincoln Strange -quien también es autora de uno de nuestros artí­culos en este volumen-, dedicada a La ternura caní­bal de Enrique Serna, el último libro de cuentos de este escritor mexicano; finalmente, Ana Rosa Domenella Amadio colabora con una lectura sobre un estudio dedicado a la narrativa de Inés Arredondo, escrito por la investigadora Dina Grijalva Monteverde.

 

 

 

[1] Ricardo Piglia, ”Notas sobre literatura en un Diario”, Formas breves, Anagrama, Barcelona, 2000, p. 87.

[2] Licenciado en Letras hispánicas por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, Maestro en Teorí­a literaria por la UAM-I, Doctor en Teorí­a literaria por la misma institución. Profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Escuela de Arquitectura, Diseño gráfico y Comunicación de la Universidad La Salle Pachuca. alfonsomacedo@hotmail.com

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Published

2014-08-06

How to Cite

Macedo Rodrí­guez, A. (2014). Editorial. Xihmai, 9(17). Retrieved from https://revistas.lasallep.edu.mx/index.php/xihmai/article/view/239

Issue

Section

Artículos de Investigación